17 sept 2017

INSÓLITAS DECLARACIONES DEL JUEZ OTRANTO




Según el diario La Nación, el juez federal Guido Otranto le concedió a ese diario una “entrevista exclusiva” donde se ocupó especialmente de adelantar cuál será su criterio en el caso de Santiago Maldonado.

A continuación algunas de las conclusiones del juez sobre el caso:

“No le encuentro consistencia a la versión de que fue capturado por la Gendarmería”

“La hipótesis de que se podría haber ahogado es una de las opciones que me parecen más razonables, de acuerdo con la interpretación de las pruebas que estoy realizando”

“No veo elementos que me permitan sostener que pudo haber sido herido de gravedad por un disparo a corta distancia o una piedra, por uno o más gendarmes”

“No creo que un exceso explique la desaparición”

“La hipótesis de la piedra o de un disparo con posta de goma no debió haber incidido en que Santiago no hubiera podido cruzar el río”

“Es un elemento de mucha importancia que con la cantidad de muestras dactilares y de ADN no haya surgido ningún rastro positivo que nos haya hecho pensar que Santiago Maldonado haya estado en alguno de esos móviles”

“Hay una [diferencia] fundamental entre dos testigos en cuanto a cómo se produce la salida del vehículo en el cual deberían haber cargado a Santiago Maldonado

“No diría que se armó un relato. Faltaba uno, pero a partir de ahí sí encuentro fisuras. No concuerdan los elementos en que podía haber sido capturado. Hay algo en el relato que no está bien. No cierra”

“Los abogados lo único que tienen son críticas a la investigación, pero aportes de testigos, ninguno. Un habeas corpus no es un proceso contencioso: deberíamos estar todos interesados en descubrir qué pasó”

“No se llega a comprender en su total dimensión cuál es el problema que estamos teniendo con esta comunidad: es extremadamente violenta”

La decisión del juez de salir a adelantar sus opiniones sobre el caso y, además, hacerlo en una entrevista que concedió en exclusiva a un medio en particular, a nuestro juicio, es completamente incomprensible.

Si el juez tenía información que debía ser dada a conocer al público, debió haber dado una conferencia de prensa o publicarla en una página como la del CIJ. Pero resulta inadmisible que las partes deban enterarse de sus conclusiones sobre el caso a través de una entrevista exclusiva a un medio de comunicación privado.

La actitud del juez ha sido cuestionada por todas las partes interesadas en la averiguación del paradero de Santiago Maldonado, y este adelanto de opinión se suma a esos numerosos cuestionamientos. Da la impresión de que lo que realmente está buscando Otranto es sacarse la causa de encima, es decir, que le hagan lugar a la recusación pendiente o a otra por venir...

¿Qué es lo que está diciendo el juez? Veamos.

1) La comunidad mapuche es extremadamente violenta (éste es el principal motivo por el cual debió haberse excusado de intervenir en este procedimiento; sus decisiones previas habían justificado que se reprimiera a los manifestantes).

2) No fue herido gravemente por los gendarmes.

3) La desaparición ni siquiera se puede explicar con la teoría del “exceso”.

4) Los abogados no están interesados en descubrir la verdad, solo se limitan a criticar al juez (los gendarmes y el ministerio de seguridad sí estarían interesados...).

5) No diría que el relato de algunos testigos (los mapuches) fue armado... (pero lo dice...).

6) Hay un diferencia esencial en dos testigos respecto de cómo habría salido del lugar Santiago Maldonado (las declaraciones de los gendarmes, en cambio, parecen ser consistentes).

7) La piedra o el disparo no pudieron haber evitado que Santiago cruce el río (los gendarmes resultan ajenos al hecho).

8) Santiago Maldonado se ahogó (los gendarmes resultan ajenos a ese hecho)

9) No se explica la falta de huellas dactilares o de material para obtener ADN (a pesar de que Gendarmería hizo lavar todos los vehículos).


La idea parece estar clara... (y las ganas del juez de que lo designen en el tribunal de juicio de Gral. Roca también). Aquí no pasó nada vinculado con la conducta de la Gendarmería ni de un gendarme. Ni Patricia Bullrich se animó a tanto...





ADDENDA


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Algunas de las manifestaciones que comentáramos ayer no era todo lo que el juez Otranto había dicho. Hoy apareció la segunda parte de la entrevista. 

En esta segunda parte, el juez le “dice” a los padres de Santiago que se queden tranquilos, que él está haciendo una investigación seria y objetiva, con mucha “prudencia”. El juez parece olvidarse de que la finalidad de su investigación consiste en encontrar con vida a Santiago Maldonado, no en determinar la verdad de lo sucedido dentro de cinco meses.

La “prudencia” del juez provocó la intervención de la Gendarmería y del Ministerio de Seguridad en el procedimiento, y en todo momento, la obstaculización de la investigación.

Con la sutileza de un elefante en un bazar, La Nación preguntó:

¿Quién le pidió eso, el CELS?

-Sí, los organismos denunciantes. Pedían dos cosas: primero que saque a la Gendarmería del lugar y de la custodia de la ruta 40. Ese era un reclamo constante. Y por otro lado, que secuestre armamentos, vehículos, tipos de comunicación de todos los escuadrones: Bariloche, Esquel, El Bolsón, José de San Martín y Comodoro Rivadavia. A mí me pareció una imprudencia y no lo hice. Esta misma prudencia que estoy teniendo ahora con si hace falta ingresar nuevamente a la comunidad.

Usted dijo que en el Hábeas Corpus todas las partes deberían unirse para encontrar a Santiago. ¿Percibe que no se trabaja en esa dirección?

Creo que hay partes que están más interesadas en cuestionar la investigación que en colaborar. Lo vi desde el primer momento como estrategia, cuando me decían: “Si usted no secuestra ya todos los vehículos, las armas y equipos de comunicación, se pierde una prueba crucial y cualquier medio de investigación a ser inefectiva”. Hoy están trabajando sobre eso, pero le restan credibilidad a la prueba de ADN.

Las siguientes tres preguntas de La Nación también son llamativas por su “objetividad”, especialmente si se tiene en cuenta que ninguna de las restantes preguntas se refiere a la actuación de la Gendarmería en el hecho y después del hecho.

¿Usted observó que al inicio hubo un mayor énfasis en instalar una investigación como desaparición forzada que de buscar realmente a Maldonado?

¿La comunidad plantó pruebas?

La desaparición de Santiago sucedió días antes de las PASO. ¿Considera que esa desaparición podría obedecer, en algún punto, a un armado político para incidir en un proceso eleccionario?


La cuestión de la “imprudencia” es esencial. No se trata de no herir las susceptibilidaddes de Gendarmería. Apartar a la fuerza de seguridad denunciada del lugar y de la  custodia de la ruta cerca de la cual ocurrió el hecho denunciado era algo básico. Y no depende de la menor o mayor “prudencia” del juez. El objeto del habeas corpus consiste en encontrar al joven desaparecido lo antes posible.

No se trata de determinar fehacientemente la participación de Gendarmería en la desaparición. Se trata, en los primeros momentos —que son cruciales en casos de desaparición forzada—, de actuar prontamente para proteger a la persona que se está intentando localizar. Las medidas a tomar no depende de la "sana discreción judicial". Existen protocolos para investigar este tipo de hechos. A modo de ejemplo, se puede ver la recopilación de jurisprudencia de la Corte Interamericana en materia de desaparición forzada, donde se establecen los deberes del Estado para estos casos

El juez describe el pedido del CELS y de los demás organismos como si se tratara de algo descabellado. Las medidas solicitadas, de haberse realizado inmediatamente, podrían haber localizado elementos de prueba que ahora, por la “prudencia” del juez, ya no  existen. Eso sucedió, por ejemplo, con los mensajes borrados de los celulares de los gendarmes, como también con el hecho de que se dio tiempo suficiente para lavar los vehículos y así eliminar posibles rastros de material genético o de huellas dactilares.


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La obsecuencia de La Nación para hacer las  preguntas que el juez necesita para justificar su deficiente actuación resulta patética.





Se pueden leer críticas al trabajo del juez en medios de todos los colores...