2 feb 2010

SERÁS LO QUE DEBAS SER... (OTRO APORTE PARA EL DEBATE)

UN ESTIGMA QUE SIGUE VIGENTE CUARENTA AÑOS MAS TARDE,

PERO CON UNA CONNOTACION DIFERENTE…


Por el bioquímico Darío Scotto





Darío es el bioquímico que quiere saber, y que ya ha intervenido en el debate. Ahora viene por más...



Buenas noches, arranco con un poco de historia


Durante la década del 60, y hasta mediados de la siguiente (70,s), la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Nacional del Litoral, con sede en Santa Fe, tenía el prestigio de ser la mejor Facultad entre sus pares latinoamericanas.


Tan así es que contaba con alumnos de diversos países hermanos que venían en procura del preciado título.


A comienzos de 1977, me trasladé a esa ciudad a fin de comenzar mis estudios de bioquímica, en una Facultad joven en ese entonces, que había surgido como un desprendimiento de aquélla, luego de haber tenido los primeros tres años comunes de estudio. En ese entonces ya estaban definitivamente separadas, con planes de estudios y docentes diferentes.


Los alumnos de Ingeniería, por demás soberbios, nos consideraban, por decirlo de alguna forma como “a los que no les da cabeza para su plan de estudio y deben conformarse con algo relacionado a la biología”.


A decir verdad, eran personas muy inteligentes, muchos de los cuales nutrían luego las aulas del Instituto Balseiro, de donde salían los físicos nucleares, que seguramente estarán desparramados por distintas partes del mundo.


Pero los que se llevaban la peor parte, eran un grupo bastante importante de alumnos que desertaban de las filas de Ingeniería luego de probar uno o dos años, y se metían en la Facultad de Derecho de la misma Universidad (UNL), que también tenía su prestigio al menos en aquellos años.


De ahí, que ellos acuñaron la mítica frase, en sentido peyorativo “Serás lo que debas ser, o sino serás abogado”. Esta frase, como todos sabrán, figura en todos los sitios de humor sobre abogados en la web, y que probablemente haya tenido otros orígenes, o varios autores se la atribuirán, pero de esta forma, y en esta circunstancia, es como yo la conocí, a mediados de la década del 70, y era una pesada impronta que llevaban estos chicos en sus mochilas.


Fin de la historia


No volví a recordar, ni a pensar en esto, en todos los años posteriores, hasta hace unos días, cuando estuve en Ciudad de Buenos Aires, de paseo con mi hija de 15 años, quien ya se empieza a preguntar acerca de su futuro estudiantil.


Estuvimos alojados en el departamento de una sobrina que estudia arte dramático, con quien mi hija conversaba y le pedía orientación u opinión sobre diferentes carreras.


Un día estaban hablando de esos temas, y escuché que mi sobrina le dijo:


- Bueno prima lo mejor sería que te hicieras un test vocacional, y sino,hacé como un montón de gente, que no sabe que estudiar y entonces estudia abogacía.


Allí advertí que el estigma seguía vigente, pero con otra connotación: como una forma de llenar un vacío vocacional. Tal vez porque sea una carrera que puede ser también un aval o carta de presentación para dedicarse a la diplomacia, la cancillería, la política, y algunos etcéteras que desconozco (¿podría aclararme el auditorio si esto es así realmente?).


Aquí en Paraguay (tengo amigos abogados), mas o menos el 50 % de los abogados matriculados ejercen la profesión, estadística que iría con esa presunción; el resto tiene el título como parte de su currículum o se dedica a otra cosa.


Finalmente, ¿por qué escribí esto? Porque me acordé del debate de NHD del año pasado, y entonces creo que, independientemente de que el docente sea un ABQDC, JQDC, PART-TIME, FULL-TIME, etc., etc., y si pienso que la mitad de los alumnos que estudian abogacía lo hacen por no tener una vocación definida, concluyo lo siguiente:


1. El mejor docente será quien a través de sus experiencias y mensajes trasmitidos, pueda ayudar al alumno que está del otro lado del escritorio, a darse cuenta de si eligió correctamente su futura profesión, o si se equivocó de rumbo y esto lo logrará mas fácilmente alguien que ame su profesión.


2. El peor docente, sin lugar a dudas, será el que fue abogado, pudiendo haber sido un montón de otras cosas más, y luego, pudiendo haber sido litigante, civilista, laboralista, penalista, etc., terminó siendo profesor.


Nuevamente, gracias por el espacio, y prometo ocupar el resto del ocio estival que me queda, resolviendo crucigramas.


Atentamente, Darío Scotto

2 comentarios:

Anónimo dijo...

(((Bueno creo que el tipo de profesional mas pedante de la Universidad Nacional de Misiones UNAM (no la mejicana), es el BIOQUIMICO, egresado de la Facultad de Ciencias Exactas, Quimicas y Naturales, es por asi decirlo pedante, sobervio, falto de valores humanos, petulante... como qui no hay la carrera de ingenieria, podra ser y conosco a varios... exepto algunas contadas exepciones las cuales mesobran los dedos de una mano para enumerarlos)))

Dario Scotto dijo...

Sr. Mario Luis López.
No era mi intención, discurrir acerca de cuál diploma, insufla más presión al manómetro del ego, no era motivo del debate, pero ya que tocó el tema, le voy a dar mi opinión: creo que sin lugar a dudas, los galenos se llevan los galardones más importantes, ya que históricamente se creyeron en un status, muy cercano a la divinidad.
Curiosa y paradójicamente, la jurisprudencia ( en la cuál Uds, los abogados,tienen activa participación, y el dogma de la fe, se encargaron de recordarles a estos Srs. que pisan sobre el mismo nivel que el resto de la gente)Esto último encuentra su explicación cuando a menudo escuchamos :" Si el paciente se muere,(es culpa del medico y se va directo a mala praxis), y si el paciente se recupera es gracias a Dios" .Cordialmente. Darío Scotto