9 feb 2008

¿QUÉ PROFESORAS Y PROFESORES QUEREMOS?


ES SÁBADO, PERO NO TAN TARDE...

En primer lugar, me encantaría que el colega anónimo que describió el sistema uruguayo de contratación directa ahondara un poco más en sus detalles, y nos diera su opinión sobre las ventajas y desventajas de ese sistema.

Volviendo a lo nuestro. No estoy hablando de la Facultad ideal, sino de una Facultad posible. Creo que es claro que el perfil de profesoras y profesores que queremos depende del modelo de enseñanza y de los objetivos definidos para la carrera. A mi juicio, a través de un plan bastante similar al vigente se puede organizar la carrera de manera tal de concentrarse especialmente en la formación de abogados que ejercerán, de diversas maneras, la profesión, tanto en el ámbito privado como en el público —a veces en los dos—. También hay que permitir la opción por la docencia y la investigación, pero en esa opción yo no eliminaría la necesidad de adquirir las competencias necesarias como para ejercer.

La metodología de enseñanza debería cambiar radicalmente, orientada a estrategias constructivistas en las cuales deberíamos ser entrenados los docentes sin por ello tener que seguir una segunda carrera de profesorado, pues en nuestro medio nos quedaríamos sin profesores muy valiosos.

En cuanto al perfil de docentes, creo que los estudiantes no sólo deben tener como profesores a personas que no sean abogadas, sino también a abogados que no tengan los antecedentes en la carrera académica que se requieren hoy, por ejemplo, en los concursos docentes de nuestra facultad. Así, por ejemplo, se podría ofrecer dar cursos o seminarios a políticos, asesores, empresarios, investigadores y escritores exitosos o que cuenten con determinadas competencias que puedan servir e interesar al alumnado.

Para establecer un sistema así, es evidente que el sistema de concursos no sirve. Yo creo que tampoco sirve para establecer un sistema como el actual. Ha habido concursos que produjeron escándalos cuyas noticias se hicieron popularmente conocidas hasta en España.

Pregúntenle a un profesor español sincero que les cuente cómo funciona el sistema en España.
Quien pretende ser catedrático en España es como quien tiene que dar el examen de inglés que se llama TOEFL. Cuando uno se prepara para darlo —por ej., cuando se anota para hacer estudios de posgrado en una universidad estadounidense—, no estudia cómo expresarse o cómo comprender mejor el idioma oral o escrito, es decir, no estudia inglés. Por el contrario, estudia cómo aprobar el TOEFL con el puntaje que le exige la Universidad a la que ha solicitado se lo admita, que son dos cosas muy distintas.

Además, como los argentinos somos especialistas en destruir cualquier institución política destinada a adjudicar poder a ciertas personas que han funcionado en otros países —v. gr., los consejos de la magistratura—, ¿por que no ser francos y admitir un sistema de designación por contratación directa de aquellas personas que las autoridades de la Facultad consideren valiosas para que integren la planta docente? De este modo, al menos nos sinceraremos y podremos dicutir los verdaderos motivos que determinan las designaciones.

Sé que muchos me van a querer matar, pero entiendan que es sábado a la noche y ahora me tengo que ir a celebrar el cumpleaños a la casa de un amigo, también profesor, designado por concurso.

Good night and good luck.

AB

6 comentarios:

teresita dijo...

El anonimato no fue intencional, apreté algo mal. Bueno, sin entrar al punto de qué profesoras y profesores queremos, nada más me refería a que, de acuerdo al reglamento sobre concursos docentes, “un cargo docente está vacante cuando no esté ocupado en efectividad, aunque pueda estarlo en forma interina” y “mientras se proceda a proveer en efectividad un cargo docente, o durante la ausencia de quien lo ocupe en tal carácter, podrá efectuarse una designación para ocuparlo en forma interina, por un período no mayor a un año…”. Más de 10 años de más del 60 % (seguramente me quedo corta) del plantel docente ocupando cargos con carácter interino y sin la posibilidad de concursar, refleja no sólo que esos cargos están vacantes, sino que no existe estabilidad laboral, ni posibilidad de profesionalización de la docencia, ni se tiene en cuenta la importancia de asegurar instancias de reconocimiento institucional como forma de consolidar los procesos de desarrollo académico, etc. Por mencionar sólo algunas cosas. Saludos, Gianella

Anónimo dijo...

GIANELLA:

¿ESTÁS HABLANDO DE LA FACULTAD DE DERECHO? SI ES ASÍ, NO SABÍA QUE ERAN TANTOS. EN EL DEPARTAMENTO DE PENAL ANTES DE ESE CONCURSO MULTITUDINARIO, ÉRAMOS CASI TODOS INTERINOS, PERO AHORA —CREO—, LA MAYORÍA SOMOS REGULARES.

SALUDOS Y GRACIAS POR LA INFORMACIÓN.

ABOVINO

Anónimo dijo...

DISCULPAS, GIANELLA, VEO QUE ESTÁS HABLANDO DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA, NO ENTENDÍA A QUÉ TE REFERÍAS CON LO DEL ANONIMATO HASTA QUE REVISÉ EL POST ANTERIOR. SALUDOS,

AB

Alejandro Haimovich dijo...

no coincido con el planteo de la contratacion directa para el grado, me parece directamente prereformista mi estimado. Sobre los concursos bueno, puede discutirse el tema en profundidad: no son perfectos ni mucho menos, hay concursos armados para fulano, hay discrecionalidad y arbitrariedad, etc etc, pero sigue siendo el mejor sistema de ingreso a la docencia y a una pila de asuntos, como por ejemplo a la dirección de un hospital público.

la seguimos.
Salute

Anónimo dijo...

ESTIMADO ALEJANDRO: ME ENCANTARÍA SABER CUÁLES SON LAS VENTAJAS Y DESVENTAJAS Y NO SABER CÓMO ETIQUETARLO. NO ESTOY HABLANDO DE UN HOSPITAL PÚBLICO, ESTOY HABLANDO DE LA FACULTAD DE DERECHO Y DE UN SISTEMA QUE SE PODRÍA APLICAR A TODA O PARTE DE LA PLANTA DOCENTE.

SALUDOS,

AB

Alejandro Haimovich dijo...

Ok. La analogia pasaba por considerar al concurso como el mejor método de selección de la mejor persona para el cargo. La contratación directa implica una serie de riesgos de consideración como amiguismos o rosca política que claro está no están ausentes en un concurso pero alli las variables son otras y siempre habra cuestiones que escapen al control de la digitación, pero veamos.

No conozco en profundidad las particularidades institucionales la fd. uba. Si tengo algunas ideas de cuestiones generales en la uba (como la masividad, el hecho de que muchos titulares practicamente no dictan clases, el nivel de competitividad, etc etc)

Lo que digo es que la reivindicacion reformista (aclaro que no soy por lejos radical o similar) de los concursos abiertos y publicos de oposición y antecedentes para los cargos ordinarios ( o regulares) con preponderancia de la oposición, es
hoy para mi innegociable. Repito que claro es que los concursos son sumamente perfectibles y no estan libres, por el contrario de irregularidades, arbitrariedades y discrecionalidades de todo tipo. De hecho fui durante algunos años asesor del gremio docente universitario en entre rios y me case de impugnar dictámentes. Pero verdaderamete no conozco un sistema mejor que permita evaluar la idoneidad docente.

En uner, como en la mayoria de las universidades, los concursos para cargs tit. y adjuntos ordinarios son a 70% oposicion (clase, propuesta academica, entrevista) y 30% antecedentes. El tema de la clase se sortea 48 hs antes. Se que el plazo varia.

Inclusive en mi facultad tenemos un reglamento para concursos interinos, del cual fui coautor, con clase publica donde ya no se sortea sino que el aspirante elige su tema (contra mi opinion ya que yo proponia que se sortee un tema con 15 días de anticipación)

Lo fundamental es la clase, alli se ve el paño, si el aspirante tiene formacion teorica , si puede armar una clase de 45 minutos, si maneja la bibliografia adecuada y actualizada, cuales son sus recursos pedagogicos, etc etc etc.

Los antecedentes dan un piso. Aun no teniendo antecedentes o teniendo muy pocos puntos podes dar pelea si haces una buena oposicion. He visto tanto concurso donde impresionantes antecedentes parecen disociados del aspirante y de su oposicion.

Sabemos que la logica noventista en educacion, que todavia persiste (incentivos, coneau, etc etc) nos sumerge a todos los que estamos en la carrera docente a acumular papeles como se pueda. Esto no necesariamente nos hace mejor que alguien que no lo hace. Muchos cursos, posgrados, maestrias, etc etc, son decididamente malos, o bien se hacen casi formalmente. Esta mejor formado quien hizo 10 posgrados, una maestria, un doctorado que alguien que se quemo las pestañas en la casa? puede ser, o puede ser que no. Pero en la clase y en la opososicion en general no deberia quedar dudas.

Quien es X, decano de la fac. Y, para decidir unilateralmente si bovino o haimovich es mejor para la catedra Z?

Siempre se quiere tener en la facultad a los mejores docentes. Yo creo que el concurso es la mejor posibilidad para elegir el mejor docente posible entre los aspirantes, siempre que se cumplan algunas condiciones: Jurado experto e imparcial, publicación y difusión adecuada, claro perfil de convocatoria, etc etc.

Hecha la defensa del sistema de concurso podemos discutir largamente todas las falencias que tiene, cuando cuadre.

Saludos